Si bien el término de Fainá se refiere a otra receta concreta, me he tomado el atrevimiento de adoptarlo para nombrar otras comidas que comparten los ingredientes principales, la forma de cocción y más o menos el resultado... pero sin duda lo mejor es ir probando a ensayo y error de todo lo que uno puede hacer un "Fainá" o una tortita salada como les guste llamarlo.
Éste particularmente es de quinoa y zanahoria, y por acá tiene mucho éxito tanto como parte del desayuno, la merienda o acompañando al almuerzo. Solamente nos queda pulir algún detalle en la forma de pedirlo al grito de: "¡Yo quero faniá!"
Acá va...
:: Herví media taza de quinoa (blanca o roja) previamente lavada.
:: Cociné dos zanahorias hasta estar bastante blandas.
:: Licué las zanahorias, con dos huevos, media taza de aceite de oliva, un chorrito de leche, una cucharadita de sal y una de cúrcuma.
:: Le agregué una taza de harina, la quinoa hervida y una cucharada de polvo de hornear y simplemente revolví un poco.
:: Llevé al horno precalentado, al máximo (ojo que ésto depende mucho del horno, en éste caso horno a gas a 280 grados) en una asadera bastante aceitada con algunas semillas de sésamo negro por arriba, hasta que se doró.
¡Que les quede rico!