Si hay algo en lo que tuve que trabajar (entre tantas otras cosas) cuando me hice madre, y sigo trabajando, fue en la paciencia.
Paciencia conmigo misma. Paciencia con el padre de la criatura. Paciencia con el entorno.
Y por último paciencia con mi hijo. Sí, en ese orden, decreciente en cantidad. No en prioridad.
Paciencia a mis cambios de humor, desde el embarazo, desde incluso la concepción, o antes... paciencia en "esos" días, a partir de los cuales una mujer puede empezar a vivir con la posibilidad de ser madre. Auto-paciencia. Tratando en tantos momentos de aguantarme, de esperar a que se me pase, de aceptarme y esperarme.
Paciencia a mis incongruencias, paciencia incluso a mi falta de paciencia.
Paciencia con quien comparto la vida, día a día, noche a noche... para evitar roces, para evadir conflictos (o por lo menos algunos, los innecesarios), para tomar decisiones, para ponerse de acuerdo. Paciente y tolerante, que hay otro que es diferente, que tiene otras necesidades, otros puntos de vista. Paciencia que hay mucho en común pero también de lo otro.
Siempre y cuando dentro de lo tolerable claro, y construyendo desde el amor, en pareja aprendemos cada día (o deberíamos!) a esperar al otro, a entender sus razones, a aceptarlas, a veces (y capaz que sólo a veces) a ser pacientes frente a lo que el otro hace que simplemente es diferente a como lo hacemos nosotros.
Paciencia mutua, obvio. Y acá sí que mejor no cuantifico.
Paciencia frente al mundo, con el afuera, con quienes "por tu bien" te aconsejan, te exponen sus experiencias cual verdades absolutas. O no. O te dicen como debes ser o hacer algo, con nula observación, por simple tradición, con cero consciencia. Y allí está uno, tratando de no salirse de sus cabales y de la manera más amable posible, decirle: Gracias, pero no.
Aunque a veces no es tan fácil, y ahí volvemos al punto de partida para tenernos paciencia a nosotros mismos, a veces incluso mejor dicho para que ellos la tengan con nosotros.
Y finalmente - aunque en primer lugar siempre - está ese ser, ese pequeño gran ser. Ser humano, igual que uno (al que seguramente alguien le tuvo mucha paciencia). Ser humano en construcción se podría decir. Un pequeñito que ayudo, y me ayuda a crecer, aunque en otro sentido.
Con el cual en repetidas ocasiones he tenido que tener mucha paciencia. Y no voy a mentir, mucha pero mucha. He querido tenerla.
Pero por qué? Por qué no elegir el camino rápido y fácil? Por qué no seguir un par de consejos y listo?
Porque no. Porque no entiendo otra manera de criar, que no sea con paciencia.
Con amor. Con respeto. Y con mucha paciencia. Que al final también es amor, también es respeto.
Paciencia en sus procesos; emocionales y fisiológicos, paciencia en la adquisición de su personalidad, paciencia en el establecimiento de ciertas normas o límites, necesarios no inventados por una sociedad que suele no tenerle paciencia a los niños, paciencia al explicarle la verdad de tantas cosas, y la verdad acerca de por qué no queremos que hagan determinadas cosas, que no son muchas pero que todas implican un respeto a su integridad y a la de los demás, así como algunas normas sociales que bueno, tenemos que doblegar... Y paciencia al comunicarle todas esas cosas.
Sobre todo por las veces, sobre todo por el modo.
Sin duda se precisa mucha paciencia, y confianza, en la naturaleza que no es tan poco sabia y en ellos mismos que muchas veces nos sorprenden más de lo que pensamos. Con su ternura, su sencillez y humildad, con su lealtad y pureza.
Si después de todo tenemos paciencia con tantas personas - nuestros amigos, nuestros padres, nuestros jefes, nuestros colegas, nuestros vecinos - por qué no vamos a tener paciencia con lo más sagrado?
Porque además y es bastante sensato admitirlo, también nuestros hijos, tienen a diario mucha paciencia con nosotros. Más de la que percibimos.
Porque ellos también están tratando de entendernos y entender el mundo al que los trajimos, bastante confuso por cierto. Bastante impaciente digamos.
Hola Stefanie!!entré x una torta de remolacha y me quedé chusmeando. También estoy criando de este modo... Y tratando de tener paciencia, especialmente con el entorno!
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