- La importancia de comer (y enseñar a comer) sano -

(Nota: las palabras en verde redirigen a información específica, imágenes, etc...)

Para algunos puede resultar obvio, para otros no tanto, para algunos estresante, para otros imposible... Incluso hay quienes lo ven exagerado, y para otros no hay otra manera de que sea.
Lo cierto es que comer sano y balanceado por más que hoy en día sea difícil debido al bombardeo constante de publicidades - que aunque digan que piensan en vos no lo hacen -, es un derecho para uno mismo, una cuestión de amor propio y hasta me atrevería a decir un deber para quienes recorren el camino de acompañar a los recién llegados.

No hace falta citar referencias (o tal vez sí, pero tendría que adjuntar aquí libros y libros que expliquen todo aquello que sucede en el cuerpo humano pero no se ve...) que demuestren que si un alimento no tiene un efecto adverso inmediato no quiere decir que no nos está haciendo mal en realidad... Los organismos somos muy complejos - hasta los más sencillos - y hay millones de reacciones bioquímicas sucediendo en nuestro mundo microscópico interior que por no verlas no quiere decir que no ocurran, que no sean perfectamente comprobables, que no estén relacionadas unas con otras, que miligramos (o menos) de una determinada sustancia no desencadene una reacción adversa o favorable , observable en el mundo macroscópico, pero sí o sí con consecuencias reales - buenas o malas para nuestra salud - en el corto mediano o largo plazo. Incluso no sólo sobre nuestro cuerpo físico o plano mental sino sobre nuestro entorno, nuestra descendencia y generaciones posteriores aún.

También está demostrado... - y ésta será la frase que más use para argumentar una opinión con a su vez la referencia correspondiente, ya que el método científico es hasta el momento el único que tenemos para acercarnos a la verdad, la cual puede ser perfectamente refutada cuando se demuestre lo contrario, con el mismo rigor por supuesto, y es una de las mejores cosas de la ciencia - Sigo, ...que un organismo en desarrollo no sólo requiere determinadas sustancias y en determinadas cantidades sino que además es más susceptible a todo aquello a lo que un adulto ya está adaptado. Sobre todo porque aquellas reacciones bioquímicas no son iguales en todos los organismos incluso de la misma especie, según las edades y otras cuestiones en las que difieren y muchas veces se desconocen.

Si nos basamos en lo último que concluye la Organización Mundial de la Salud, por más que en algunos aspectos dicha institución sea perfectamente cuestionable pero que afortunadamente cuenta con un aparato de investigación importante, es que llevar una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer. ¿Era obvio no?
Y también nos dice que los hábitos alimentarios sanos comienzan en los primeros años de vida, sumado a la lactancia materna la cual favorece el crecimiento sano y mejora el desarrollo cognitivo; y además, puede proporcionar beneficios a largo plazo, como la reducción del riesgo de presentar sobrepeso y obesidad y de sufrir enfermedades no transmisibles en etapas posteriores de la vida... pero la lactancia es otro tema del cual conversaremos en profundidad más adelante.

Por otro lado, es perfectamente entendible que hoy en día parece una utopía cocinar y comer todo casero y saludable... que no hay tiempo - o que no nos lo hacemos para ésto - porque hay un montón de otras cosas más que "hay que hacer", porque es más fácil pedir comida a domicilio que darse cuenta el día anterior de poner las lentejas en remojo, y a veces hasta es una cuestión económica porque parece que fuera más barato comprar un "pepsico snack" que unas bananas chips o todos los ingredientes para elaborarlo, pero creeme que no siempre sucede ésto y además... como dicen por ahí: "lo barato sale caro" (aunque sea a largo plazo...).
Y bueno, "porque es más rico" puede ser el único argumento que capaz me convence, pero a veces desconocemos tantos alimentos, condimentos y/o la combinación de éstos, incluso desconocemos nuestro propio paladar, no animándonos a probar cosas nuevas que no sabemos que tal vez nos pueden fascinar.

Cuando hablamos de los niños parece más difícil aún, sin embargo, aunque con una sóla observación (y otras tantas de oído), puedo decir que no es tan así, que se puede (y se debe) enseñarles a comer sano, que al final es enseñarles a cuidarse y a quererse. No me gusta el concepto de disciplina o adiestramiento para nada, pero para el tema alimenticio es mucho más fácil lograrlo si desde el vamos les presentamos esos alimentos, dándoles la posibilidad de elegir y entendiendo que hay días en que simplemente no tienen ganas de comer algo, lo que no quiere decir que "eso" no les guste y no lo vayan a querer tocar nunca más en la vida... hay que ser un poco perseverante nomás, y como en todo en la crianza desarrollar la paciencia a niveles insospechados.
De ésto último también mejor hablamos más adelante.
Lo que sí puede costar es aquello de "educar con el ejemplo", puede ser confuso para ellos escucharnos decir que no consuman aquello que al parecer "los grandes" sí podemos. O nos escondemos para comer un chocolate antes de su primer cumpleaños o nos aguantamos hasta que se duerman para tomarnos un "refresco sabor cola" y así nos evitamos caer en eso de "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago" cuando sabemos bien que incluso a nosotros mismos, adultos, nos cuesta hacer tantas cosas que una y otra vez nos dicen, nos decimos... más aún lo será en esos pequeños novatos de la vida, de los cuales somos referencia inmediata y acompañantes constantes en su descubrimiento e intento de entendimiento de éste complejo mundo y sus habitantes.
Por ésto mismo a su vez, es que luego de determinada edad, habrán ocasiones especiales en las que quizás los dejaremos probar alguna que otra cosita "redulce-frita-coloreada-concafeína-adictiva-y/o-resalada" con la certeza de que no es lo de todos los días, no es el ejemplo habitual, por lo que no lo entenderá como hábito así como su pequeño cuerpo en desarrollo tampoco lo asimilirá de la misma manera.

Y si con todo ésto no te convencí, quizás éstas fotos te puedan ayudar...

Calabaza, ricotta y felicidad

Sin rodeos

Con las manos en la masa
(Buñuelos de lechuga recién cosechada)

Festín de fin de año

Tranqui, granoleando...

"El niño que comía Hummus"

"Soy feliz" ...comiendo helado!

El ladrón de brócoli

¡Muchas gracias por leer y bienvenid@ a mi blog! 


Referencias:
https://es.wikipedia.org/wiki/Malnutrici%C3%B3n
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs394/es/
http://www.serpadres.es/1-2-anos/salud-enfermedades/articulo/la-alimentacion-del-nino-de-1-a-3-anos-consejos-para-padres

Panquequitos sorpresa

En éstos tiempos de pandemia no queda otra que inventar a todo nivel, así que si les toca compartir cuarentena con los seres más increíbles pero también con una fuerte necesidad de entretenimiento, ésta es una buena idea para arrancar el día divertida y saludablemente, porque son ideales como parte del desayuno!
Si hay algo en lo que hay que ser creativ@s con l@s niñ@s es en la cocina, ya bien sabemos, para así poder convencerl@s de llevarse a la boca lo que mejor les haga para su pequeño organismo en desarrollo e ir acostumbrando su paladar desde el vamos, lo que permitirá que al ir creciendo puedan elegir frente a un mayor abanico de posibilidades! 😉
Incluso puede ser un lindo juego proponerles adivinar de qué serán esta vez... claro, en el caso de que no l@s ayuden a prepararlos lo cual también es una muy buena propuesta no sólo de entretenimiento sino para ir adentrándol@s en el mundo de la cocina lo que les aporta mucha libertad y autonomía. ✊🏼
Son súper fáciles de hacer... les van a encantar!

Sin más preámbulos, acá va la receta:

👉🏼 Mezclar en un bowl:
* 1 taza de Avena
* 1/2 taza de Harina (de trigo u otras opciones)
* 1/2 taza de Azúcar (opcional)
* 1/2 taza de Leche (o jugo de fruta o agua)
* 1 cucharadita de polvo de hornear (o bicarbonato de sodio directamente)
* 1 cucharadita de vainilla (opcional)
* 1/2 taza de FACTOR SORPRESA que puede ser por ejemplo: chispas de chocolate, coco rallado, pasas de uvas/arándanos/ciruelas, nueces, almendras, castañas, frutas en cubitos, fruta seca o lo que se les ocurra que pueda quedar bien! 

👉🏼 Llevar a sartén tapado apenas aceitado o enmantecado (1 cucharadita bien esparcida) a fuego medio por 5 minutos aprox. de cada lado. 
  
¡Y listo! 👩🏻‍🍳




El helado más sano del mundo

Hola! Tanto tiempo!
Les cuento que hace mucho no escribía por aquí ya que entre otros proyectos de la vida que nos tuvieron ocupados, uno fue la llegada de otra integrante a la familia: Ámbar. 💛


Imaginen que por un tiempito mi casi única producción alimenticia fue más bien fisiológica y aunque es bien interesante la receta creo que no sería tan sencilla de relatar aquí!
Sin embargo ésta vez les traigo una idea culinaria sólo para lactantes, cuyo ingrediente principal (y único) es justamente la leche materna, tan simple y compleja a la vez.


Había leído hace un tiempo, mucho antes de que naciera Ámbar y cuando Salvador ya comía mucho más que helados, que se podía congelar la leche materna ordeñada en moldes y dársela a los bebés para ayudarlos a calmar la molestia de los primeros dientes al salir, así como ir disfrutando antes de tiempo del helado más sano y casero que habrá! Me pareció una muy buena idea, ya que le agrega un poco de gustito al típico mordillo, aunque obviamente dura bastante menos!
Así que anduvimos experimentando y hasta el hermano mayor quedó copado al ver como se deleitaba su hermanita.
Para él también hubo helado casero de banana y frutilla! 🍌🍓 (re fácil, pero ese se los cuento en otra entrada!).

Ámbar tiene 5 meses y aunque según nuevas teorías ya podría ir incorporando algo más que teta, nos queda poquito para los 6 así que decidimos esperar a completar los 6 meses de lactancia exclusiva recomendados.
Mientras tanto no viene mal ir practicando con lo sólido!
Ella muy copada agarró el palito solita y no dudó en llevárselo a la boca, así como alejarlo cuando se dio cuenta que era algo diferente, para luego seguir degustando y así sucesivamente... por lo que también vamos practicando la autorregulación en la alimentación, ya que ésta vez pensamos dar un poco más de libertad al incorporar los alimentos complementarios usando el método BLW (Baby Led Weaning, más info aquí), ya que tiene muchos beneficios... Y de cualquier manera el enchastre es inevitable! 😂


Entonces, para hacer éste helado tan especial precisamos: una mamá amamantadora, un extractor (manual o eléctrico) y también un molde.
Nosotros elegimos unos de los que usamos con Salva para hacer helados caseros. Los más chicos, con 40 mL de leche ordeñada, llené un molde individual.
Los hicimos a la noche y a la mañana siguiente ya estaban listos, pero seguramente desde antes, igual que los helados convencionales.

Cabe aclarar que no se debe agregar ni agua ni azúcar si el o la bebé tiene menos de 6 meses... Y si tiene más tampoco es necesario, la leche materna tiene la cantidad justa de cada ingrediente para éstos pequeños seres, incluso va cambiando y adaptándose a la edad.
La naturaleza, como sabia que es, ya tuvo todo en cuenta! 😌

*Recuerden que la leche materna se puede conservar en heladera profunda por 48hs, en congelador de 3 a 4 días y en freezer de 3 a 6 meses, pero en recipientes herméticos preferentemente de vidrio, por lo que éstos helados deberían consumirse lo antes posible.

Espero que les haya gustado la idea... Si la prueban cuéntenme cómo la disfrutaron sus peques, ésta receta seguro nos queda bien a todas!
😉💪🤱🏻💜

Referencias:

*Instituto Uruguayo de Lactancia Materna: https://www.iulam.org.uy

*Lactancia Materna Exclusiva - Organización Mundial de la Salud: https://www.who.int/nutrition/topics/exclusive_breastfeeding/es/

*https://www.babyledweaning.es/2011/07/en-que-consiste-que-es-el-baby-led.html

Budin de avena y frutos "del bosque"

Hoy les traigo ésta genial receta que me recomendó una amiga adorada, que no hace mucho cambió su alimentación y todos su hábitos respecto a ésta y ahora me pasa unos piques buenísimos... pero como siempre le hice unas modificaciones según los ingredientes que tenía.
Los frutos no tienen porque ser del bosque eh... con que sean de la feria alcanza!
Es realmente delicioso, nutritivo y sencillo.


Licuar:
* 2 tazas de avena (arrollada o laminada)
* 2 huevos
* 1/2 taza de azúcar
* 1 taza de yogur natural
* 1 cucharadita de esencia de vainilla

Verter en budinera apenas aceitada y agregar:
* 1 puñado de frutos (en éste caso fueron frutillas y arándanos)

Llevar al horno a 200°C por 30 minutos aprox. (o hasta que al pinchar salga limpio).

¡Disfrutar!


🌳🍓🌲 🍒 🍇

Masa de moldear

¡Hola! Ésta vez lamento comunicarles que les traigo una receta peeero no precisamente para comer... aunque por suerte no solamente con panza llena, el corazón está contento, ver a nuestros hij@s disfrutando con algo que les hicimos creo que nos deja bastante no? Y sus peques sí que van a estar contentos, no importa la edad, a quién no le gusta jugar con masa?

Incluso el juego ya puede comenzar haciéndola con ell@s... pienso que puede ser hasta una enseñanza muy linda eso de darles la posibilidad de hacer sus propios juguetes u objetos de juego. Algo así como doble disfrute.💛
Vendría a ser la versión casera y barata de las Play Doh... bueno en realidad, es bastante difícil alcanzar esa textura pero podemos ir probando hasta acercarnos.
Ésta sería como la receta básica y también pueden ir probando poner más de ésto y menos de aquello porque la textura puede depender del tipo de ingredientes que usen.

¡Manos a la obra!

Para un bollito que rinde bien para un color precisamos:
*1 taza de harina
*(un poquito menos de) 1/2 taza de sal
*2 cucharadas de aceite
*1/2 taza de agua
*1/2 cucharadita de colorante comestible
*1 cucharadita de crema de manos/cuerpo (opcional)

Entonces: ponemos el harina, la sal, el aceite y la crema en un bowl, ésto lo pueden hacer los peques perfectamente... mientras nosotr@s (toleramos el relajo) y disolvemos el colorante en el agua.
Luego volcamos ésto último sobre la mezcla del bowl y empezamos a revolver, mezclar y amasar al ritmo de "Mamá amasa la masa salada".
Cuando obtenemos una masa relativamente decente, la contemplamos un rato y ya estamos preparados para entregarsela al peque para que mezcle todos los colores que obtuvimos, la moldee y la desparrame por toda la casa cree formas hermosas!

Al final sí obtuvimos algo para comer de ésta receta...😉

Nota: Se conserva en heladera en tarro cerrado o bolsa, y conviene sacarla un rato antes para que se "temple", así como moldearla un rato antes de usarla formalmente para su cometido y así sacarle una especie de capa seca que le queda a veces.
¡ A jugar !

Pan de manzana y avena...

...o mi caballito de batalla cuando no tenemos muy resuelta la merienda, ya sea en casa o para una merienda compartida, picnic, cumple lluvia. Porque además fue con lo que arranqué en todo éste viaje de la comida cada vez más saludable, y desde entonces no sólo la he ido modificando sino perfeccionando y ya puedo estar tranquila de que es algo que no me defrauda seguro!
Es fácil, sencillo, barato, y gusta a todos! Incluso a esos paladares que uno piensa que no llegará jamás...
El copyright se lo debo a un librito de Royal (marca del polvo de hornear en nuestro país, entre otros) pero lo fui adaptando según gusto y también modificando e improvisando hasta obtener incluso otras nuevas recetas similares.
Acá les cuento cómo lo hago y las opciones que manejo en cada etapa para que Uds también se pongan creativ@s y encuentren su mejor versión.



🍏 Materiales y métodos:
* Rallar 2 manzanas verdes (o rojas) peladas y colocar en un bowl.
* Lavar, pelar y romper 3 huevos (si tenés 2 te cuento que queda bien igual), y agregar al bowl anterior.
* Mezclar bien y seguir agregándole:
↳ 1 taza de azúcar (blanca refinada o mejor aún, rubio, mascabo o en la ultima versión que hice MIEL!)
↳ 1 taza de avena (cualquier versión, arrollada o laminada)
↳ 1 y 1/4 taza de harina (blanca pero puede ser también integral)
↳ 1 cucharada de canela
↳ 1/4 taza de aceite (girasol o canola van bien)
↳ 1/3 taza de leche (animal o vegetal) o algún jugo de fruta natural (no necesariamente pero le da un toque especial)
↳ Nueces o almendras picaditas, o pasas de uva... con un puñadito nomás puede subir el nivel bastante.
* Cuando esté todo bien homogeneizado, agregarle 2 cucharadas de polvo de hornear o 1 cucharada de bicarbonato de sodio y a penas mezclar y remover desde abajo hacia arriba.
* Verter toda la mezcla sobre un molde de budin aceitado y enharinado o sino una tortera para obtener una versión más bien tortística.
* Espolvorear por arriba una mezcla de azúcar+canela (1 cucharadita de cada uno)... o no.
* Llevar al horno precalentado a 200°C aprox. hasta pinchar (con un palito de Mikado por ejemplo) y que salga relativamente limpio (35min aprox.)
* Sacar y dejar enfriar un bueeen rato.
* Espolvorear con azúcar impalpable si no lo espolvoreaste con nada ya... o no.
* ¡DIS FRU TAR!
😋

Barritas energéticas

Hoy les traigo ésta receta que aprendí con la genia de Paula Cocina, a la cual le hicimos unas pequeñas modificaciones... y a lo que Uds también pueden ponerle su toque personal.
Éstas barritas son ideales para la merienda o el desayuno de los peques (y no tan peques), o también como snack saludable.
Los ingredientes básicos son sólo 2!! Después se le agrega otras cosas a gusto del consumidor.
Y el procedimiento es muuuy fácil.

Las nuestras quedaron así:


Y las hicimos así:

* Pusimos en la procesadora 1 taza de avena y 1 taza de dátiles sin carozo (o pueden ser pasas de ciruela o uvas) y con un chorrito de agua las procesamos hasta que tuvimos una masa "medio" moldeable, tipo pasta (si queda muy blanda agregan más avena, y si queda muy dura un poquito más de agua).
* Pasamos esa mezcla a un recipiente y agregamos 1 cucharada de cacao en polvo (pero puede ser alguna otra cosa que les guste: frutos secos, semillas, etc).
* Cubrimos una asadera con papel film, volcamos nuestra pasta y volvemos a cubrir con papel film para aplastarla y estirarla por toda la asadera.
* Sacamos el último papel film y agregamos coco chips (o coco rallado).
* Metimos en la heladera 2hs aprox. para que se endurezca.
* Sacamos y cortamos en forma de barrita.


¡Qué les queden ricas!

Crêpes de colores y formas (+ postre de yapa)

En realidad no sabría decirles si son crêpes u omelettes... o capaz que panqueques.
Bueno, ésta especie de masa finita digna de rellenar con lo que sea, es una gran aliada cuando queremos una cena libre y sin estrés.
También cuando tenemos varias cositas en la heladera y no sabemos muy bien con qué comer.

Tarán!

Qué le da el color? El ingrediente principal. En nuestro caso:
VERDE = Espinaca/Acelga
FUCSIA = Remolacha

Y qué le da la forma? Básicamente algún recipiente con lo que puedas volcarlo... e imaginación obvio! Segurísimo que hay maneras más profesionales (como un molde o contar con un artista plástico) pero no se olviden que a la par vamos maternando, hay que sintetizar.

La elección

Entonces rápidamente les cuento cómo los hice:

* Primero que nada licué 3 huevos, 1 taza de leche o agua, un poco de sal y un poquitin de aceite de oliva con: 1 atado de acelga/espinaca (verde) o 3 remolacha (fucsia). Para los verdes en crudo nomás o previa cocción en vaporera si se quiere, para los fucsia previa cocción en vaporera (si tenés tiempo) y sino en agua hasta que se ablanden un poco y no corras el riesgo de romper la licuadora...

* Segundo que nada le agregué a la mezcla anteriormente obtenida, 2 tazas de harina, en el vaso de la licuadora nomás pero removiendo bien para unir. También probé con 1 taza de harina y 1 taza de avena previamente licuada, convertida en harina digamos. Si tenés y querés, podés agregarle 1/2 taza de queso rallado y le da un buen toque.

* En los casos que no me quedaba muy "volcable" la mezcla le agregué más leche... a ojo sí, pero tratando de no perder "cremosidad" ni excederme en "liquidez". (Oh qué términos, chefs verdaderos abstenerse!)

* Finalmente calenté un sartén con un chorrito de aceite (de oliva usé yo) y cuando estuvo bien caliente, bajé el fuego al mínimo y volqué desde el vaso de la licuadora y traté de esparcirlo por todo el sartén... o desde el recipiente de mostaza que usé para hacer el contorno de la forma que quería (corazón, estrella, auto) y después rellené la figura.

* Tapé y controlé. Cuando finalmente se despegaba lo daba vuelta con espátula.

* Serví con diferentes rellenos: mezcla de atún y mayonesa (no muy sanito pero bueno...); salsita de morrón, cebolla de verdeo, aceite, soja, sal, ajo y perejil; repollo y zanahoria en tiras salteadas con oliva y semillas de calabaza; queso-tomate-albahaca; queso blanco con hierbas varias (perejil, ciboullette, albahaca, romero)... pero acá sí que va a gusto del consumidor y de los "requeches" de la heladera, jeje.

El buffet

Uno con mucho amor...

YAPA: El postre en ésta ocasión fue un delicioso helado casero de banana, kiwi y yogur natural, todo mezclado y al freezer por 3 h mínimo. ¡Chin chin!


¡Espero que los disfruten, buen provecho! 

Hamburguesas de brócoli (o brocoburgers)

Buenas buenas! Después de tanto tiempo retomo publicando algunos borradores y les comparto algunos piques porque aunque el blog esté pausado las improvisaciones por acá siguen en marcha... sobre todo desde que un integrante de la familia se nos hizo casi-vegetariano y la tasa de creaciones veggie viene en aumento.
Ésta vez y recién saliditas del horno (literalmente)... *brocoburgers*


Si tuviera más tiempo (la ciencia me llama) les contaba de las mil y un propiedades del brócoli, pero seguro ya las saben o las pueden leer aquí... lo que sí no voy a dejar de mencionar es que no sólo es una fuente importante de hierro sino que además favorece su correcta absorción, así que es uno de los ingredientes estrella para hacer una veg-burger!
Miles de recetas van a encontrar por "la internet" pero yo personalmente no me quise arriesgar a fracasar porque la verdad no le tenía mucha confianza a este vegetal, en cuanto a su textura como para hamburguesear... entonces probé improvisando como para tener el margen de error (personal) bien amplio.
Sin embargo los resultados fueron ¡sor-pren-den-tes! Ojalá les guste tanto como por aquí...
...va receta y buen provecho!

Ingredientes utilizados:
1 ramillete de brócoli (ésta vez tocó uno grande)
2 huevos
1 taza de avena
1 taza de harina (de trigo usé yo)
1 taza de salvado
1/2 taza de queso rallado
2 cucharadas de sésamo
1 cucharadita de sal (de ajo usé yo)
Aceite de oliva

Procedimiento realizado:
* Corté el ramillete de brócoli en "arbolitos pequeños" y cocí con vaporera.
* Los licué un poco nomás con los huevos.
* Los mezclé con todos los demás ingredientes y formé bolitas que luego aplasté.
* Metí al horno fuerte con 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva, hasta que estuvieron bien doraditas como me gustan a mí...
* Apagué el horno, las dí vuelta y las dejé adentro unos 10 minutos más.
* Serví con un simple arroz con queso... y fueron un éxito! 😉
  
¡Salú!

El miedo

Si no tuvieras miedo, ¿qué harías?

El tan temido. Porque a veces es peor el miedo al miedo, que éste en sí mismo.
Y no estaría mal sentirlo, de hecho es lo que de alguna manera nos mantiene vivos. Y nos ha mantenido durante siglos.
Evolutivamente una batería de sustancias nos han ayudado en ésto. Pero el problema aparece cuando se nos va de las manos, se expande su justa medida, su función se distorsiona. Debido a múltiples factores físicos y de los otros, situaciones particulares, como por ejemplo y obviamente: la maternidad.
Es muy difícil escribir sobre algo que todavía trabajo, pero haré el esfuerzo... y sin miedo.
Existen infinitos miedos, que derivan de uno sólo y que tienen que ver con la integridad de nuestros retoños. Que a medida que pasan los años van disminuyendo... a medida que aprendemos sobre todo a confiar en nuestras capacidades y en ellos mismos. Son miedos que incluso pasan desapercibidos, que están ahí latentes y que cuando somos padres, aparecen.
También hay miedos nuevos, esos que no sabíamos que alguna vez seríamos capaces de tener, cosas que nunca pensamos que podríamos temer. En mi caso cuando me enteré que esperábamos a Salvador, mi cabeza hizo un clic y todos los miedos que solía tener desaparecieron, o los hice desaparecer. Mi cabeza de alguna manera los suprimió o reprimió... y fue peor entonces cuando el niño llegó. Afloraron todos de una. Sumado a la situación puerpérica en cuestión.
Incluso no fue fácil su organización. Sí, porque uno de alguna manera organiza sus miedos, no?
No tenemos miedo a todo en todo momento. Se supone que estamos "diseñados" para sacar el miedo en el momento justo. Pero la cosa no es tan fácil como seguir un protocolo y la mente humana ya sabemos que, bueno, sabemos muy poco en realidad.
Después están los miedos que tienen que ver con uno, que siempre los tuviste y ahora se acrecientan dado que otro ser humano depende de vos, o los nuevos que aparecen por esta misma ultima razón.
Miedos racionales, que decís este miedo esta bueno tenerlo mientras dure el potencial peligro por ejemplo, miedos irracionales que su razón de ser es tan compleja, que bueno, los clasificamos así.
Y de éstos mismos tenemos miedos que van y vienen, o miedos que se estancan y es muy difícil sacarlos. Incluso después te queda el miedo al miedo, miedo a volver a vivir ese miedo que tanto te paraliza o que al menos te incomoda en determinados momentos.
Que hacemos cuando se nos descontrolan los miedos? Y... una opción puede ser hacer alguna terapia, la que quieras, convencional o alternativa, orgánica u holística. Indagar o meter mano en la cuestión de alguna manera va a ayudar. O al menos es lo que en principio empezó a dar resultado por aquí.
Quedarse en el miedo, no evitarlo, pensarlo, decodificarlo.
Tratar de entender a qué viene, por qué viene, para qué viene, de dónde viene... si lo tapas corres el riesgo de que en alguna situación salga a flote, y quizás no de la mejor manera, como todo lo que se acumula y después es más difícil de sanar.

Stefanie.




Meriendas saludables para la escuela

¡Buenas! He vuelto después de tanto tiempo para compartir algo que me parece bastante importante en éstos días... en éstos comienzos escolares, incluso liceales y por qué no laborales. Ya saben que me mueve mucho el tema de la alimentación en los niñ@s así que me voy a centrar más bien en ell@s y si hay algo que no puedo dejar pasar es el polémico asunto de las meriendas "curriculares".
Les cuento que este año nuestro pequeño Salvador comenzó nivel 4 en una escuela pública, y si bien él ya asistió anteriormente a CAIF, es la primera vez que debemos mandarle merienda, ya que antes estaba incluída. A su vez en ésta nueva escuela, con todas sus nuevas cosas para él, para nosotros... se han conservado algunas que son bastante importantes como compañeritos, maestra y lo que aquí más concierne: educación alimentaria, no propiamente dicha, pero sí, al igual que en el CAIF unos lineamientos en cuánto a ésta que a nuestro entender son bastante coherentes. Es más, uno de los proyectos de la escuela en su totalidad está bajo el lema "Vida Sana" por lo que dentro del mismo está incluida la alimentación. Si bien no se determinó que tipo de alimentos llevar cada día, se dejó clara la exclusión de refrescos golosinas y snacks, y se dieron algunos ejemplos saludables para tener en cuenta. Así que como imaginarán yo en mi salsa me emocioné y aunque empezaron yendo pocas horitas para adaptarse y demás, ya arranqué pensando las cosas que podía mandarle, incluso con él para darle esa, dentro de lo posible, libertad de elección y decisión.

Ahora sí, sin más, los piques y las ideas! 😉


* La primer idea que tuve fue que dichas meriendas debían ser variadas dentro de la semana, por lo que, si consideramos los 5 días hábiles de la semana podría ser algo así (pero es un ejemplo de muchos):
DÍA 1 - Algo con harina o similar, dulce
DÍA 2 - Frutas y algo con cereales (me refiero a tipo de alimento, no zucaritas de Kellog's y sus secuaces )
DÍA 3 - Algo con harina o similar, salado
DÍA 4 - Algo con verduras o legumbres, salado o dulce
DÍA 5 - Frutas y algún lácteo

*Después pensé: todo casero (y sano, no se valen las papas fritas caseras)... y en seguida me di cuenta que a veces no es viable verdad? Entonces bueno, habrá días (los complicados sobre todo!) los que dejaremos para la merienda fácil, como frutas o algo comprado pero relativamente casero, sano o que confiemos en la composición (el famoso casero de la panadería).

* Y los beberajes? Bueno, preferentemente agua sobre todo si son los días que hacen educación fisica o algo de eso. Después podemos intercalar algún jugo natural, licuado, agua saborizada hecha en casa el día anterior, algún yogur porqué no... (verificar que no sean light si es para niños o con esos sabores extrafalarios que sabemos que no contienen la fruta real ni siquiera importada, aromatizante por doquier!) alguna leche vegetal bien "condimentada" incluso con cacao, vainilla, miel. Les aseguro les va a encantar!

* Ejemplos (algunos con link a receta):

Galletitas de avena, cacao y almendras / Agua
Banana, frutilla y pera con coco rallado y granola / Jugo de naranja
Fainá de quinoa y zanahoria / Agua saborizada de limón jengibre y menta
Refuerzo de pan integral con queso y tomate / Agua
Banana, mango, pera y almendras / Agua saborizada de naranja y dátiles
Banana, galletón y granola / Agua
Galletitas de cacao y naranja / Licuado de banana
Muffins de manzana y canela / Yogur
Torta de mandarina y coco / Jugo de pera y miel
Pan de zapallito y manzana / Licuado de frutilla
Torta invertida de bananas y pera / Agua

¡Espero que les sirva mucho y no dejen de contarme cuáles fueron sus resultados y bienvenidas vuestras ideas... yo también las necesito! 😊

Galletitas de avena, cacao y almendras

Ésta receta surgió inspirada en la primer merienda para la escuela de Salva... un poco arriesgado el momento para innovar pero con tiempo por si los resultados no eran los esperados. Al final fue un éxito así que por suerte no hubo cambio de planes!


Las hice más o menos así:

* Batí a mano: 1 huevo con 1/2 taza de azúcar rubio y 2 cucharadas de aceite coco.

* Agregué: 1/4 taza de cacao y 1/4 taza aprox de almendras en trocitos (yo las corto con tijera en 4 partes cada una más o menos).

* Mezclé bien lo anterior y le agregué: 1 taza de avena y 1 taza de harina. (Si queda muy inamovible un chorrito de leche o agua puede ayudar, pero no mucho!)

* Por último 1 cucharada de polvo de hornear y removí.

* Calenté una asadera aceitada y enharinada por 5 minutos aprox (a 220 °C) y las volqué allí con la ayuda de 2 cucharas medianas, medio separadas.

* 25 min  después ya salió la primer tanda.

* Espolvoreé con coco rallado.

* ¡Que les queden ricas! *

Caprese... lo que quieras!


Pero qué combinación majestuosa que han logrado los amigos de Capri (Italia), verdad?
Y es que de allí proviene, y por eso su nombre, éste triplete de sabor. Que ya no es sólo una ensalada, que ya no es un simple gusto para la pizza. Es algo que además de salvarte el día, por su sencillez y versatilidad, es realmente saludable y delicioso. 
Porque como siempre le podemos poner nuestro toque y aún así conservará su autenticidad.
De qué consiste éste trío dinámico? Bueno, TOMATE - QUESO - ALBAHACA.
Y a partir de ahí todas las combinaciones posibles con los complementos que gustes. Pero ojo, con cuidado de no opacar el sabor característico... vamos a ver qué podemos inventar.

Para el tomate tenemos bastantes variedades, y si quieren conocer los beneficios de ésta fruta (sí, es una fruta) entren aquí. En nuestro país los que van a encontrar generalmente son el tomate "común" o Bella Rosa, tomate Cherry y tomate "perita".
Si es de los grandes cortado en cubitos, y si es Cherry entero nomás o a la mitad para que largue el juguito.

Bueno, el queso tendría que ser un post aparte pero bien sabemos toooodas las posibilidades que hay, en teoría ésta receta es con queso muzzarella, el favorito mundial, pero por acá también preferimos otras variedades... dambo, magro, fontina, cuartirolo! Con éste último la gloria.
El queso puede ir en cubos, en tiras, incluso rallado o derretido.

Y por último, el ingrediente verde, la albahaca, las hojas chicas enteras o a penas cortadas a mano las más grandes. Podríamos incluso hacer el cambio de albahaca para rúcula pero no es sólo bastante subversivo sino que ya sería otro concepto.

Luego aderezamos con aceite (de oliva o alto oleico de girasol son lo más comunes por acá), sal y si gustan un poco de vinagre aunque ya cambia el gusto y opaca el sabor general y el aroma de la albahaca, pero unas semillitas de sésamo no vendrían mal... o incluso un poco de chía remojada.

La ensalada base sería esa, pero ésta genial combinación de sabores se lo podemos agregar a otra cosa, por ejemplo a fideos o arroz o algún otro carbohidrato para reforzar. (Papas?)
También podemos agregarla como gusto en una pizza, o como relleno de una crepe, una fajita, o de una empanada. Incluso una tarta caprese.
Sino simplemente en un sandwiche o bruschetta (tostada de pan al horno rebozada con ajo especias y aceite, con diferentes ingredientes por arriba).

¿A Uds. cómo les gusta más?

¡Bienvenidas más ideas para ésta tríada genial! 

Cookies de avena, manzana y canela

Bueno, galletitas no? Pero para que no hubiera dos entradas con las primeras dos palabras iguales, a éstas les llamé así... además sin ningún sentido culinario seguramente, no sé por qué asocio las galletas dulces más bien chatitas, como "cookies". Como la típica cookie norte-americana. 🍪
Y tenemos otra similitud con aquel post, porque éstas también son sin harina!
No puedo afirmar que no tengan gluten, porque además de ser un tema controvertido, o mejor dicho en estudio aún - de si la avena genera o no los mismos efectos que el trigo y sus derivados en los celíacos - no tengo conocimiento si ésta y los demás ingredientes que utilicé fueron procesados en un lugar que sí procesa otros alimentos con gluten, por lo cual se genere una contaminación cruzada del mismo.
Aclarado ésto, les cuento como las hice y como quedaron... (vean también como fueron asaltadas!)



Usé:
* 3 tazas de avena
* 1 taza de fécula de mandioca (o bien puede ser de maíz)
* 1 taza de azúcar (rubia, morocha, pelirroja, la que quieran... teñida no, eso sí) 😏
* 1/4 taza de coco rallado
* 2 huevos
* 1/3 taza de aceite de coco (puede ser el que gusten/tengan)
* 1/3 taza de leche (vegetal/animal o agua/jugo de fruta)
* 1 manzana rallada (roja usé pero uds. eligen el color)
* 1 cucharada de polvo de hornear (o bicarbonato de sodio)
* 1 cucharada de canela en polvo
* 1 cucharadita de vainilla

Mezclé lo húmedo por un lado y lo seco por otro.
Uní. Y dejé un rato en la heladera (10 minutos aprox.)
Coloqué cada una con la ayuda de dos cucharas medianas en asadera pre-calentada con aceite y avena esparcida.
Espolvoreé sobre las mismas una mezcla de azúcar y canela.
Metí al horno medio por 20 min.
Salieron como 30 unidades.
👌
¡Disfruten!

PD/ Hay novedades en la sección crianza consciente... espero sus comentarios! 😉💛

La paciencia

Si hay algo en lo que tuve que trabajar (entre tantas otras cosas) cuando me hice madre, y sigo trabajando, fue en la paciencia.
Paciencia conmigo misma. Paciencia con el padre de la criatura. Paciencia con el entorno.
Y por último paciencia con mi hijo. Sí, en ese orden, decreciente en cantidad. No en prioridad.

Paciencia a mis cambios de humor, desde el embarazo, desde incluso la concepción, o antes... paciencia en "esos" días, a partir de los cuales una mujer puede empezar a vivir con la posibilidad de ser madre. Auto-paciencia. Tratando en tantos momentos de aguantarme, de esperar a que se me pase, de aceptarme y esperarme.
Paciencia a mis incongruencias, paciencia incluso a mi falta de paciencia.

Paciencia con quien comparto la vida, día a día, noche a noche... para evitar roces, para evadir conflictos (o por lo menos algunos, los innecesarios), para tomar decisiones, para ponerse de acuerdo. Paciente y tolerante, que hay otro que es diferente, que tiene otras necesidades, otros puntos de vista. Paciencia que hay mucho en común pero también de lo otro.
Siempre y cuando dentro de lo tolerable claro, y construyendo desde el amor, en pareja aprendemos cada día (o deberíamos!) a esperar al otro, a entender sus razones, a aceptarlas, a veces (y capaz que sólo a veces) a ser pacientes frente a lo que el otro hace que simplemente es diferente a como lo hacemos nosotros.
Paciencia mutua, obvio. Y acá sí que mejor no cuantifico.

Paciencia frente al mundo, con el afuera, con quienes "por tu bien" te aconsejan, te exponen sus experiencias cual verdades absolutas. O no. O te dicen como debes ser o hacer algo, con nula observación, por simple tradición, con cero consciencia. Y allí está uno, tratando de no salirse de sus cabales y de la manera más amable posible, decirle: Gracias, pero no.
Aunque a veces no es tan fácil, y ahí volvemos al punto de partida para tenernos paciencia a nosotros mismos, a veces incluso mejor dicho para que ellos la tengan con nosotros.

Y finalmente - aunque en primer lugar siempre - está ese ser, ese pequeño gran ser. Ser humano, igual que uno (al que seguramente alguien le tuvo mucha paciencia). Ser humano en construcción se podría decir. Un pequeñito que ayudo, y me ayuda a crecer, aunque en otro sentido.
Con el cual en repetidas ocasiones he tenido que tener mucha paciencia. Y no voy a mentir, mucha pero mucha. He querido tenerla.
Pero por qué? Por qué no elegir el camino rápido y fácil? Por qué no seguir un par de consejos y listo?
Porque no. Porque no entiendo otra manera de criar, que no sea con paciencia.
Con amor. Con respeto. Y con mucha paciencia. Que al final también es amor, también es respeto.
Paciencia en sus procesos; emocionales y fisiológicos, paciencia en la adquisición de su personalidad, paciencia en el establecimiento de ciertas normas o límites, necesarios no inventados por una sociedad que suele no tenerle paciencia a los niños, paciencia al explicarle la verdad de tantas cosas, y la verdad acerca de por qué no queremos que hagan determinadas cosas, que no son muchas pero que todas implican un respeto a su integridad y a la de los demás, así como algunas normas sociales que bueno, tenemos que doblegar... Y paciencia al comunicarle todas esas cosas.
Sobre todo por las veces, sobre todo por el modo.
Sin duda se precisa mucha paciencia, y confianza, en la naturaleza que no es tan poco sabia y en ellos mismos que muchas veces nos sorprenden más de lo que pensamos. Con su ternura, su sencillez y humildad, con su lealtad y pureza.
Si después de todo tenemos paciencia con tantas personas - nuestros amigos, nuestros padres, nuestros jefes, nuestros colegas, nuestros vecinos - por qué no vamos a tener paciencia con lo más sagrado?
Porque además y es bastante sensato admitirlo, también nuestros hijos, tienen a diario mucha paciencia con nosotros. Más de la que percibimos.
Porque ellos también están tratando de entendernos y entender el mundo al que los trajimos, bastante confuso por cierto. Bastante impaciente digamos.



“Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.”
El Principito - Antoine de Saint-Exupéry

La culpa

Inauguro éste espacio, medio terapéutico - medio informativo, con un temón... léase con moderación, abiertos mente y corazón, opinen si gustan. ¡Bienvenid@s!

Se habrán escrito cientos de artículos sobre éste tema, este gran tema, este y la maternidad.
Y de su relación. He leído algunos, unos desde adentro otros desde afuera, pero hoy no vengo a traer los porqués, las razones, los orígenes, sino simplemente a hablar de ésto. Bueno, a escribir.
Tratando de no entrar en detalles, pero haciendome entender, generando empatía, como si realmente cualquier lector pudiera sentirlo. Aunque cómo todo y sé que suena bastante cliché "hay que vivirlo". Si sos madre seguro lo viviste, lo vivís, por mínimo que sea, por más segura que seas. Algunas somos un poco más exageradas, otras lo disimulan muy bien, algunas se convencen y otras se intentan convencer.
La culpa está ahí y aunque no sea toda nuestra, nos la apropiamos más que cualquier otra cosa.
Culpa. Por no dar lo suficiente, por dar demasiado, por estar muy presente, por no estar lo necesario, hasta por estar y no estar al mismo tiempo.
Por querer ser mejor y no auténtica, por ser auténtica y no mejor.
Por descuidar. Por cuidar. Por no saber bien la diferencia.
Por hacer las cosas "bien" y por también hacerlas "mal".
Por hacer caso a lo que te dicen. Por no seguir ni un consejo. 
Por querer que: se duerman, coman, jueguen solos, hagan "caso", dejen la teta, los pañales, nuestra cama. Y culpa porque: no se duermen, no comen, no pueden jugar solos, no hacen o hacen demasiado caso, necesitan la teta, los pañales y el calor de nuestra cama.
Porque todo es nuestra culpa. Y también culpa por esto mismo, por sentir culpa.
Culpa porque a veces no sentimos culpa.
Y ni entremos en detalles. Culpa desde el vamos, por buscarlo o no buscarlo.
Por parirlo por adelantado.
Por no dar la teta. Por dar "demasiado".
Por mandarlo a su cuarto. Por colecharlo.
Por usar cochecito y no haberlo porteado. Por haberlo mal-porteado.
Por no darle caramelos. Por darle para chantajearlo. Por hacerlo vegetariano.
Por haber caído con el payaso.
Y culpa por lo que podría pasar. Culpa por las dudas. Porque seguro será (en parte) nuestra culpa.
No puedo evitar detenerme a pensar, motivos evolutivos conservados, memorias inconscientes, traumas familiares, vidas anteriores, religiones, tradiciones o la propia crianza.
Y otra vez culpa, por criar en la culpa.
Aunque dicen que ya el hacernos conscientes ayuda. Eso espero.
Al final ser madre era mucho más complicado de lo que pensaba, porque encima de todo lo tangible, lo orgánico, lo visible. Está todo esto que no se ve, que no se sabe, que debe indagarse, cuestionarse, concientizarse.
Aun así no lo cambio por nada, ni por las grandes o mínimas culpas, porque más allá de que un día conocemos a la personita más increíble y todo lo que eso implica... es la oportunidad para el más grande viaje de auto-conocimiento que puedas hacer jamás, y eso seguro tiene que ser muy bueno.
No sólo para uno, ni para dos sino para el mundo.




Fainá rápido de brócoli

¡Hola! Tanto tiempo... acá vengo finalmente con una recetita que surgió de la improvisación y el aprovechamiento de los recursos disponibles, más las actividades findeañeras varias para las cuales había que llevar algo para compartir y teniendo en cuenta uno de los tantos datos aprendidos en el curso de cocina saludable que realicé y que les conté acá, se acuerdan?
Voy a intentar pasarles algunos "piques" más del mismo, así como de a poquito alguna que otra receta de un gran manual que nos dieron.
En ésta ocasión les cuento, aunque tal vez algunos ya lo sepan, que las verduras en su mayoría son mucho más aprovechables en cuánto a nutrientes si no las hervimos o las comemos los más crudas posibles, obviamente las cuales su textura/consistencia nos lo permita... y ésto mucho más si además es algo que luego vamos a hornear por ejemplo. Yo solía usar algunas verduras previamente cocidas para que fueran más fáciles de procesar o mezclar pero de verdad no es necesario y el gusto es mucho más disfrutable... y seguramente bioquímicamente estén sucediendo cosas buenas también. Si no confiamos en la ciencia, en quién? jeje
Dicha teoría la comprobé cuando al no llegar en tiempo y forma a una merienda compartida, usé un brocoli crudo. 
Hay muchas verduras y frutas que podemos licuar o procesar directamente si es que las vamos a hornear luego, simplemente agregamos un poco de líquido a la mezcla (agua, leche, aceite, jugo de fruta, etc) para facilitarlo y listo. 
Así evitamos mayores pérdidas de vitaminas y otros nutrientes, además de realmente realzar el sabor de las comidas o simplemente saber cuál era el verdadero sabor.
El brócoli en particular es extremadamente beneficioso para un sinnúmero de cosas... es una de las denominadas "superverduras" o "alimento medicina". Se destaca por su alto contenido de fibra, vitamina A y C, potasio y sus propiedades anti-cancerígenas. Vean aquí más info.
Y es aquí que les traigo éste descubrimiento que nos ha agregado como familia un moooontón de tiempo extra, ni que hablar del aroma del hogar! (Aunque sí no les queda otra cocerlo, como puede ser para una ensalada, les aconsejo lo hagan con un trocito de limón... sus narinas agradecidas!).



Lo hice más o menos así, como siempre sepan que le pueden dar su toque personal sin miedo, les aseguro les quedará más deli aún.

Usé:
* 1 ramo de brocoli crudo
* 2 cucharadas de queso magro de untar
* 1/3 taza de aceite y un poquito más para la asadera
* 2 huevos
* 1 taza de quinoa cocida o avena remojada
* 1 diente de ajo pequeño (sólo si gustan)
* Sésamo en cantidad suficiente (siempre quise usar ésta expresión misteriosa...)
* 1/3 taza de leche o agua
* 1 taza y media de harina
* 1 cucharadita de polvo de hornear

Licué el brócoli cortado en trozos bien pequeños, junto con todo lo que no es harina ni polvo de hornear ni sésamo.
Lo obtenido lo mezclé con la harina y el polvo de hornear.
Coloqué en asadera aceitada y precalentada.
Espolvoreé con sésamo.
Horneé durante 30 min aprox en horno de moderado a alto (estaba apurada...).

Se degustó lindo por grandes y chicos, creanme...

¡Que tengan un lindo comienzo de año!

(pseudo) Coquitos

Quizás les pasó (y espero no ser la única) que a la hora de realizar ésta famosa receta en vez de obtener unas hermosas "montañitas" de coco, terminamos comiendo una torta de coco o más bien una gran galleta crocante, del tamaño de la asadera... entonces como el hecho de tener un blog no te asegura nada, mejor no arriesgarse a tal fracaso y tomar medidas al respecto.
Por ejemplo cambiar la forma, después de todo lo que importa es lo de adentro no?
Y además darle el toque personal, claro.
Éstas tortitas de coco son muy fáciles y rápidas, y te salvan el desayuno o la merienda!

Quedan más o menos así:

Manos a la obra:

* Colocas en un bowl y mezclas bien:
- 2 huevos
- 1 taza de azúcar
- 1 taza de coco rallado
- 1 taza de avena
(opcionalmente: 1 cucharadita de vainilla, ralladura y jugo de 1/2 limón... cositas que le dan más sabor!)

* Agregas 2 cucharadas de la mezcla anterior en cada pirotín, si no son de silicona, con una gota de aceite en cada uno.

* Podés espolvorearlos con azúcar y canela o meterlos directamente al horno medio, si es en asadera de muffins mejor.

* Con éstas cantidades salen 9 unidades.

* En 20 min aproximadamente se doran y están... estate atent@ igual!

* Pique pocho: si a la mezcla le agregas 2 bananas pisadas o licuadas, y en vez de una taza de azúcar usas media... no te vas a arrepentir!

PD/ Si no tenés pirotines ni asadera de muffins y te animás, podés poner una cucharada de la mezcla directamente en una asadera previamente calentada y pintada con aceite.
Eso sí, no me hago responsable del resultado...

¡ Hasta la próxima delicia !

Pan de Zapallito y Manzana

¡Buenas! Después de tanto tiempo y nuevos espacios para compartir mis recetas improvisadas y estar más comunicados, les cuento que los pasados días tuve la suerte de poder concurrir a un curso de Cocina Saludable que realiza la intendencia de nuestro país, como parte de un progama de Educación Alimentaria llamado "Cocina Uruguay" que tiene como propósito llevar a diferentes barrios en una especie de camión-aula-cocina conocimientos nutricionales, para las diferentes etapas de la vida (embarazo, lactancia, niñez, adolescencia, adultez, vejez), material y recetas saludables pero sobretodo sencillas y prácticas, piques de cocina, consejos alimentarios, reglamentaciones en cuanto a etiquetados y hasta ideas de menú saludables para toda la familia... mucha info que próximamente estaré compartiendo con Uds!
En ésta ocasión el curso de 10hs semanales se dictó en el aula fija del MAM que es el Mercado Agrícola de Montevideo, un espacio restaurado hace poco que cuenta con muchos puestos de vegetales, tiendas naturistas (y también de las otras!), lugares para comer, muchas actividades y espectáculos para la comunidad en general, etc...
La verdad es que quedé muy copada con la propuesta, muy bien armada, con conceptos y referencias científicas, el equipo de nutricionistas y chefs realmente comprometidos con la causa y una muy buena onda en general. Abiertos a todo tipo de preguntas, cuestiones (sí, creo que atomicé bastante, jaja), explicaciones teniendo en cuenta aspectos sociales, ambientales... muy interesante realmente.
Tanto así que me hizo cuestionarme el rumbo de mi carrera, la especialización, etc... pero bueno, primero lo primero, ya les contaré.
Por ahora les traigo una de las recetas que hicieron en el curso y que obviamente ya probamos en casa y fue un éxito!


Éste pan de zapallito y manzana según el manual para alimentación saludable que tanto atesoro, se hace más o menos así:
¡Que les quede rico!
Ingredientes:

* 1 zapallito
* 1 manzana
* 2 y 1/4 tazas de harina
* 2 cucharadas de polvo de hornear
* 2 huevos
* 1/4 taza de aceite
* 1 taza de azúcar
* 1 cucharada de vainilla
* Cantidad suficiente de ralladura de limón

Procedimiento:
* Lavar las verduras, frutas y huevos
* Rallar el zapallito y la manzana
* Mezclar todos los ingredientes hasta formar una masa homogénea
* Colocar en una budinera previamente aceitada y enharinada
* Cocinar en horno precalentado a 180°C por 40 min

Otros:
* Se puede espolvorear con azúcar impalpable
* Rinde para 2 budineras de 11 x 27 cm
* Una porción son 2 rebanadas y estaría aportando 212 kcal
* "Con ésta preparación podremos aumentar en los niños el consumo de frutas y verduras, las cuales son necesarias por su aporte de vitaminas, minerales y fibra". Según el manual...
                               ¡Hasta la próxima!

Hamburguesas de Lentejas


McLenteja©
Porque las hamburguesas no tienen porqué implicar como ingrediente principal un ser del reino Animalia y aún así ser deliciosas, ni que hablar si las combinamos y condimentamos como las otras... o incluso mejor!

En lo personal de las burgers alternativas éstas son las que más me gustan, tanto al horno como a la plancha, y de verdad no tienen nada que envidiarle a Ronald. 
Son más económicas, saludables, y no llevan la carga del maltrato animal - entre otros - (bueno no tanto, porque igual llevan huevo...).
Las lentejas además cuentan con los nutrientes que contiene también la carne: proteínas, elementos como Hierro, Zinc y Fósforo, vitaminas A, E y algunas del grupo B (menos la B12 que es sólo de origen animal, pero si con huevo estaríamos cubiertos!). 

Ahora sí, sin más preámbulos les cuento cómo las hice. Tomen nota!

Ingredientes:
- 1 taza de lentejas bien cocidas (licuadas si prefieren hamburguesas más homogéneas)
- 2 huevos
- 1/2 taza de pan rallado o (o bien una mezcla de avena, harina integral y semillas varias)
- 1 cucharadita de sal 
- Aceite de Oliva
- Condimentos a gusto como: orégano, adobo, ajil, eneldo... el que prefieran!

Procedimiento:
1) Mezclar todos los ingredientes. 
2) Con las manos húmedas agarrar un puñado, hacerlo bolita y aplastarlo (lo obtenido en éste punto sería la hamburguesa). 
3) Repetir paso anterior hasta terminar mezcla.
4) Llevar al horno o sartén precalentados y aceitados.
5) Acompañar al pan con lechuga tomate pepino y aderezos o al plato con la guarnición que deseen.
6) ¡Comer!

Referencias:
* http://www.ecoagricultor.com/las-lentejas-y-sus-propiedades-nutricionales/
* ¿Por qué ser vegetariano? Beneficios ambientales, sanitarios y sociales
* Guía alimentar de dietas vegetarianas para adultos